jueves, 25 de febrero de 2010

Reflexión de Paula Prados

REFLEXIÓN PERSONAL SOBRE LA PAZ

En primer lugar, voy a partir de unas ideas o conceptos claves que considero imprescindibles tener en cuenta para reflexionar sobre la paz:

- La Pedagogía de la Memoria en la transmisión
de la Historia como Recurso de Paz.
- Si quieres la paz, prepárate para la paz.
- Sin reconciliación, no puede haber paz.
- Si hay olvido, hay injusticias.
- Valorar la paz frente a la venganza y el terror.
- Relación entre economía y paz.
- Legislación y paz.
- La paz es imperfecta.
- Paz oriental y paz occidental
- Multiculturalidad y paz.
- Formación previa y paz.

Personalmente creo que la Memoria tiene unas cualidades pedagógicas importantes en general, pues es a través del transcurso de las generaciones donde se van adquiriendo patrones determinados de conducta y conocimientos diversos. En el caso que nos ocupa, sobre todo si en épocas pasadas ha existido violencia, estas situaciones nos tienen que servir de reflexión crítica acerca de las consecuencias de esta forma de actuar, por lo que resulta comprensible que sea utilizada esta experiencia como recurso para instaurar y vivir la paz, en lugar de repetir los horrores sufridos en etapas anteriores. Resultaría difícil entender que se reproduzca la violencia de años o siglos pasados conociendo las secuelas nefastas de tal situación.

En cuanto a la expresión: si quieres la paz, prepárate para la paz, imagino que hace referencia a las incoherencias o incongruencias que se aprecian en algunos gobiernos y estados totalitarios, en los que, con independencia del pronunciamiento de discursos acerca de la paz, se preparan militarmente para la guerra. De ahí que no tengan sentido, al menos para mí, las misiones de paz, si se tiene que recurrir en ellas a la violencia para imponer la calma; pongo el ejemplo que ocurrió ayer en Afganistán, cuando los Cascos Azules de las NN.UU. mataron a unos 30 civiles al parecer “por un error”, pero lo que debe tenerse en cuenta es que recurren a la fuerza ( se preparan para la guerra), aunque pretendan la paz ¿esto tiene sentido?

Sin reconciliación, no puede haber paz, sencillamente porque mientras haya rencor y odio entre las personas, instituciones, Estados…se estará pensando en conflicto y no en la paz, así es que, sólo tras la reconciliación, que implica el perdón previamente, se llegará a una situación pacífica.

No estoy de acuerdo con la expresión: “si hay olvido, hay injusticias”, ya que lo que hay que hacer, desde mi punto de vista, en los casos de guerra, conflicto, enfrentamientos, asesinatos y un largo etcétera, es precisamente relegar todo ello al olvido si queremos llegar a la justicia; de lo contrario, mientras que sigan presentes las injusticias pasadas, continuarán las injusticias presentes y las futuras. Si no se olvida y se llega al perdón, resultará difícil plantearse medidas pacíficas para resolver conflictos del pasado. Esta idea que transmito es diferente del hecho de juzgar en el presente a criminales de guerra que cometieron atrocidades en el pasado y no han sido aún juzgados por lo que hicieron, ya que si no se actuase así, se estaría cometiendo una injusticia igualmente atroz con las víctimas.

Venganza y terror son palabras claramente opuestas a la paz, por lo que, hasta que no se olvide la idea de venganza, resultará imposible utilizar la paz para solucionar las desavenencias y los conflictos; del mismo modo, si se recurre a imponer terror en las personas, no creo que se utilicen medios pacíficos para conseguirlo. Por tanto, habría que desterrar estos conceptos si se pretende diálogo y mantenimiento de la paz.

Respecto a la relación entre economía y paz, para una persona inexperta como yo tanto en una materia como en otra, la primera idea que se me ocurre es que, en numerosas ocasiones se llega a la guerra y se olvida la paz buscando precisamente un beneficio económico: pongo el ejemplo de un país con valiosos recursos naturales: petróleo, como ocurre con Irak. ¿Acaso no hemos comprobado que algunos países son capaces de inventarse “excusas” para conseguir el control sobre ese bien preciado, recurriendo a la fuerza y no a medios pacíficos?

La relación entre legislación y paz la vemos plasmada en cualquier momento de la historia y en la situación actual, ya que son dos conceptos que van disociados en multitud de ocasiones: una cosa es la regulación jurídica, por supuesto pacífica, de las relaciones internacionales y otra diferente lo que ocurre después: Tratados de Paz, Carta de las Naciones Unidas, etc. queda en “papel mojado” cuando conocemos casi a diario los conflictos que se desencadenan a nivel mundial olvidando el contenido de tal regulación. Este es solo un ejemplo a gran escala, pero en las relaciones empresa-trabajadores, el incumplimiento de los convenios firmados, que se consideran “la normativa de regulación” entre ambas partes, es bastante frecuente en nuestro país, lo que desencadena conflicto, alejándose de la paz pretendida.

Nos han transmitido en uno de los cursos de este master que la paz es imperfecta, ya que siempre se espera la guerra en una situación de paz, así lo entienden al menos las personas de avanzada edad, quienes temen que la paz es un concepto frágil que se puede romper en cualquier momento. Yo me pregunto: ¿realmente resulta imposible llegar, a nivel mundial, a una situación perpetua de paz? La respuesta que me hago es que si es verdad que el conflicto forma parte de la naturaleza humana y sale a la luz en cualquier momento, tengo que admitir que la cualidad de imperfecta es perfectamente aplicable al concepto de la paz.

En cuanto a la paz oriental y la paz occidental, aunque el concepto de paz debería ser universal y ser entendido en todo el mundo del mismo modo, resulta comprensible que, además de que las civilizaciones y épocas históricas son diferentes, comprobamos que el significado de la palabra paz tiene connotaciones distintas si lo analizamos en oriente y en occidente. Por ejemplo: las concepciones filosóficas, la religión, formas de vida, etc. son diferentes en una y otra parte del mundo, por lo que los ideales pueden llevar a enfrentamientos y conflictos en una de ellas que no sea entendido por la otra.

Por lo que respecta a la posible relación existente entre los vocablos multiculturalidad y paz, lo primero que pienso es que, por los motivos expuestos en el apartado anterior, resulta fácilmente comprensible que la mezcla de razas, culturas, religiones… conlleve apreciaciones diferentes sobre formas de vestir (prohibición en Francia del velo islámico) aceptación de leyes o normas (absentismo escolar en niños gitanos o de países del Este), integración social (rechazo de un alumno de raza negra por compañeros de clase), hasta la lengua de origen puede llegar a amenazar la paz, si existe imposibilidad de diálogo o entendimiento frente a cualquier problema que surja.

Por último, querría hacer algún comentario sobre si para hablar y alcanzar la paz hace falta disponer de unos conocimientos previos sobre historia, relaciones humanas pacíficas, conflictos armados, psicología, sociología y un largo etcétera. Considero que si el conflicto es inherente a la persona, con independencia de su formación, y son precisamente las personas quienes comienzan las guerras, cualquiera de ellas procedente de cualquier parte del mundo, puede estar en condiciones de hablar sobre la paz y sobre todo, llegar a una situación pacífica. Por tanto, para entender la paz y vivir en paz solo hace falta voluntad, sin necesidad de ningún requisito previo. Por ejemplo, en el caso de la mediación escolar, los alumnos que han tenido un conflicto, son ellos mismos quienes se someten voluntariamente a la mediación para conseguir la paz y no necesitan ningún conocimiento específico para reconciliarse.


Paula Prados Maeso.
Alumna del Master en Cultura de Paz.

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