En la actualidad son muchas las disciplinas que se interesan por los estudios de la paz, ya que es un objetivo a conseguir por todos. Por eso si queremos hacer un análisis completo del concepto de paz, de cómo ésta puede ser el medio de conseguir una sociedad feliz o el objetivo de nuestros esfuerzos, hay que tener en cuenta todas las dimensiones en las que se mueve. Esto es lo que nos lleva a hacer las siguientes reflexiones:
En un nivel jurídico – económico la paz es un bien de segundo nivel y tenemos que conseguir que las sociedades tengan cubiertas sus necesidades en bienes de primer nivel para que puedan alcanzarla. Es necesario que se reduzca el consumo y que se invierta en afianzar instituciones y estructuras que mantengan y protejan estos bienes.
El papel de la política es fundamental, porque a partir de sistemas democráticos de representación, los dirigentes políticos tienen que poner su máximo esfuerzo en propiciar el mantenimiento de relaciones de cooperación entre estados para alcanzar la paz, a la vez que establecer instituciones que aseguren un orden dentro de la nación que mantenga, garantice y proteja los bienes de primer nivel antes mencionados y en consecuencia la paz.
La paz no es un objetivo de estados y de evitar conflictos bélicos, los estados están compuestos por personas y debemos preocuparnos por proteger las estructuras sociales y erradicar la violencia estructural por medio de la educación y proyectos sociales, es necesario el esfuerzo de todos los agentes sociales para propiciar un cambio estructural con estrategias como prevenir la violencia y promover la cultura de paz.
El devenir histórico, su recuerdo y la creación de identidades que éste propicia son fundamentales en el análisis. Ahora bien, este análisis debe realizarse para a partir de la comprensión, que no significa justificación. El objetivo es no ver al otro como enemigo, sino construir a partir de la reparación y de la reconciliación.
Otro punto a tener en cuenta es la complejidad de las estructuras de las nuevas sociedades y la importancia de los estudios culturales, porque es necesario conocer al otro para poder llegar a un entendimiento mutuo. Por este motivo es necesario que los teóricos en temas de paz se planteen que las cuestiones básicas que se dan por hecho a la hora de hablar de paz son conceptos de la sociedad occidental y que en un diálogo multicultural es necesario replantearse los modelos para que estos recojan las realidades de todas los individuos que forman la sociedad.
En resumen, hay que establecer un nuevo discurso de paz, que involucre todas las disciplinas, todas las realidades y sus respectivas dimensiones y este discurso tiene que estar basado en términos como la concordia, la reconciliación, la tolerancia, el respeto, el desarrollo, la solidaridad, la cooperación…sólo de este modo podremos hablar de paz.
Luján Castillo Pasquín
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