Según un estudio, en la Argentina surgen 2.000 pobres todos los días, como consecuencia de la crisis que se profundizó dramáticamente en los últimos años.
Relatar la manera en que un país fabrica pobres es siempre un ejercicio ingrato y complejo, pero necesario a la hora de revisar las responsabilidades de los gobiernos y tomar decisiones a futuro. En Argentina, el caos económico y social que vivió el país durante los dos últimos años tuvo como triste protagonista al heterogéneo grupo de "los nuevos pobres", antiguos integrantes de la clase media.
Al compás de sucesivas crisis económicas, causadas porque los gobiernos de turno gastaron en política mucho más de lo que recaudaron, la clase media Argentina que para mediados del siglo XX abarcaba al 75% de la población se redujo a un modesto grupo social que actualmente incluye apenas el 28% de la población. Así surgieron los nuevos pobres.
Podemos definir a los nuevos pobres como aquellas personas que nunca antes fueron pobres, que poseen características educacionales, sociales o culturales propias de la clase media y que al caer sus ingresos no pueden seguir accediendo a los bienes y servicios a los que estaban acostumbrados: vivienda, salud, educación, cultura.
Fueron las medidas económicas del gobierno de Eduardo Duhalde las que dieron el golpe de gracia. Había que hacer un ajuste del gasto público y lo instrumentaron con la devaluación que mejoró las cuentas del gobierno, pero devaluó los salarios de los argentinos.
Y otra vez, el golpe fue para la gente. Según un estudio de la consultora Equis, durante el período de convertibilidad, el PBI per cápita argentino era de 7.300 dólares anuales, pero con la devaluación se redujo a 1.860 dólares anuales por habitante. Paralelamente, el precio de la canasta de alimentos subió 28,2% entre mayo y noviembre de año pasado y el desempleo alcanzó 21,5%. Según datos del Ministerio de Economía, el PBI cayó en 16,3% durante el primer trimestre, 13,6% en el segundo trimestre y 10,1% en el tercer trimestre del año pasado. Ese cóctel explosivo convirtió a Argentina en el país que generó un tercio de los nuevos pobres de Latinoamérica en los últimos dos años.
Otro dato preocupante es el siguiente: América Latina suma siete millones de nuevos pobres en el 2002 con un dramático aporte de la Argentina , que por si sola representa un 30% del aumento de la pobreza regional entre 1997 y 2002. Así lo advirtió un informe difundido por la Comisión Económica para la América Latina (CEPAL). América Latina cuenta ya con cerca de 221 millones de pobres, un 44% del total de la población. Además, seis de los siete millones de nuevos pobres tienen la calidad de indigentes, lo que significa que son incapaces de solventar la canasta mínima de alimentos. "Argentina , cuya crisis económica es muy fuerte, pesa muchísimo en el aumento de la pobreza" regional, dijo el secretario ejecutivo de CEPAL, el colombiano José Antonio Ocampo.
Los niveles de pobreza e indigencia medidos en función de los ingresos de los hogares han dado un salto gigantesco en el último cuarto de siglo. En octubre de 1974, en el Gran Buenos Aires, había sólo un 4,7% de población pobre y 2,1% de indigentes. En el mismo mes de 2002, la pobreza se había multiplicado por 11: las personas en esa condición representaban el 54,3% del total. La indigencia creció 12 veces, hasta 24,7%.
La pobreza y la indigencia alcanzaron un pico histórico en todo el país en octubre de 2002. La Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC estableció que en esa fecha era pobre el 57,5% de la población urbana de la Argentina ; las personas indigentes eran el 27,5% del total.
A principios del 2002, un estudio de la consultora Equis mostraba una realidad muy dura: cada día en nuestro país surgían 2.000 nuevos pobres, es decir, más de una persona por minuto pasaba a sobrevivir con menos de cuatro pesos diarios. Según la investigación de la consultora – en base a datos provenientes del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos- el 60% de los nuevos pobres de la Capital y el Gran Buenos Aires hace un año pertenecía a la clase media.
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