Me resulta un poco impactante repasando la noticia que se publicó en la mayoría de los medios de comunicación el incremento del rechazo de la población española hacia los inmigrantes, según los estudios elaborados por el Observatorio del Racismo del Ministerio de Trabajo e Inmigración. No voy a dramatizar con este neo racismo nacido por la crisis económica que atraviesa no sólo España sino también la mayoría de los países occidentales pero la población menos cualificada ve en este inmigrante un competidor que le puede quitar su trozo de pan.
La sociedad española está teniendo fisuras en su estructura interna, pero quiero plantearme, quién se responsabiliza de este aumento de xenofobia, seguramente todos contestarían “La Crisis”, fácil respuesta, pero yo no voy a buscar más la causa y me quedo en reflexionar en cómo podemos unir de nuevo todas las estructuras de la sociedad española.
Es fácil echar la culpa al gobierno de no haber podido llegar a proteger a los inmigrantes, pero ¿sólo el gobierno tiene la competencia de eso?, seguramente hay más actores que pueden colaborar para acabar con esta xenofobia. Las comunidades autónomas, las autoridades locales, las asociaciones y el mismo individuo inmigrante.
Este inmigrante que salió de su casa por una causa u otra, ya tiene madurez de comprender que no está aquí sólo para trabajar y mandar dinero a su familia, sino también intentar por su parte representar su gente, su cultura y su forma de ser a la población autóctona. Esta es la responsabilidad de cualquier inmigrante que vive en España.
Lo que tengo claro es que no vamos a lavar nuestras manos echando la culpa a los demás, al gobierno central o local…, aunque seguramente alguna razón hay en que los gobiernos no facilitan para nada esta integración, al contrario, dificultan la integración de este colectivo con leyes cada vez más duras, fortaleciendo aún más esta fisura en la sociedad española.
Este conflicto sólo podemos resolvernos nosotros mismos, de forma individual o colectiva, es nuestro desafío y nuestra responsabilidad, con el diálogo podemos eliminar todos los estereotipos y prejuicios por parte de la población de acogida. Desarrollando relaciones de solidaridad y experiencias colectivas y comunitarias contra la intolerancia y eliminar la desconfianza del entorno que seguramente conduce a la no integración.
Esta es nuestra herramienta para concienciar a la población autóctona, que la diversidad cultural es una riqueza y no una amenaza, es nuestra oportunidad para el desarrollo cultural, social y porque no, económico y evitar la exclusión social de una población de minorías de inmigrantes.
Lo que estoy seguro es que habría que aprovechar esta riqueza y esta variedad de culturas que hay ahora en nuestra sociedad para conocernos más y fomentar una interculturalidad dinámica.
Algunas personas comentan como ya no hay trabajo por la culpa de la crisis, que porque no vuelven estos inmigrantes a sus tierras y aceptan el plan de retorno del gobierno, pues me parecería una cobardía por nuestra parte, porque cuando estaba la cosa bien todos queremos vivir aquí, en España, pero cuando la cosa va mal, cogemos nuestras maletas y dejamos esta sociedad metida en la crisis. Esta situación la vamos a resolver entre todos, españoles e inmigrantes, mano a mano podemos salir adelante. Os animo a no buscar soluciones mediocres echando la culpa de la crisis y falta de trabajo a esta minoría inmigrante que quiere formar parte de esta sociedad y seguir luchando para salir de esta situación en la que nos encontramos ahora mismo y de la que entre todos con esfuerzo podremos llegar a salir.
Monsef Hamani
¡Me he emocionado! Desde luego esa es la actitud y habría que hacer que el mayor número de gente la entienda tanto de un lado como de otro, porque en definitiva todos somos el mismo lado como tú dices
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