lunes, 5 de abril de 2010

Un mensaje de educación para la convivencia social

                                                                                

La dominación no comienza por lo económico, sino por lo cultural...
         Tan fácil es dibujar un corazón… tan fácil es construir una paloma de la paz… tan fácil articular un deseo... ¿Es posible verdad? Difícil resulta darle sentido a algo que para la mayoría es paranormal...
        En mi opinión, esta es la misión de la Educación para la Cultura de Paz y la Convivencia en Ámbitos de Intervención Social. Porque si existiera en una sociedad la aceptación, primero emocional, y luego social, de los demás que no son diferentes solo que han vivido experiencias sociales distintas, no existiría el rechazo, la exclusión o la injusticia social.
        Todo empieza en las familias, barrios, escuelas, y la culpa a veces ni siquiera es nuestra, del ser humano. Estamos prisioneros de los cambios globales, del movimiento multicultural, del pensamiento único. Nos convertimos en “homo videns” porque nos socializamos menos, no contestamos y no preguntamos ¿porque los medios de comunicación nos venden fuentes ventajosas para el mercado económico y político? Todo esto para la convivencia social es poco, porque hay que liberar las palabras y recuperar su verdadero sentido, hay que liberar el pensamiento para no desvirtuar la realidad que vivimos, hay que tener un pensamiento propio, para que a pesar del tiempo reloj que nos hace correr sin pensar, profundicemos e investigamos sobre el verdadero significado de lo que leemos o escuchamos en los medios de comunicación. Hay que pensar.
         Hoy día, los ámbitos de intervención social son una preocupación global. El caso de España es menos preocupante (el margen problemático lo representan los inmigrantes), en comparación con África (donde existen países sin organización social) o China, Rusia, Brasil que son ejemplos de sociedades como sistemas de dominación y autoridad de las tradiciones anarquistas políticas. Pero a pesar de estas diferencias de organización social, los colectivos que se encuentran excluidos en todo el mundo tienen el mismo diagnostico – falta de recursos económicos, sociales, culturales, a veces identidarios y territoriales. “La intervención busca adecuar o normalizar estos espacios problemáticos haciendo uso de conocimientos y técnicas en los ámbitos científicos y de experiencia profesional” decía Erica Burman en la asignatura de Educación y Conocimiento.
Por esto, tenemos la preocupación sobre diferentes formas de intervenir y sobre la necesidad de pensar nuevas vías de reflexión en este ámbito de intervención social para fundamentar modelos de prácticas a través de los servicios sociales o la cooperación internacional y modelos de intervención tanto dirigida como participativa.


“La idea es que queremos pelear por una nueva Europa y un nuevo mundo”, me gusto esta idea sugerida de Ian Parker, que expuso el caso de los Balcanes como un modelo geopolítico que después de la muerte de Iosif Broz Tito buscaba desesperada una definición para la ciudadanía internacional en tiempos de una migración masiva.
            La ecuación reflexiva es muy básica, los principales agentes involucrados somos por un lado nosotros, las persona, los grupos o instituciones que necesitan una transformación (definidos como problemáticos) y por otro lado, los sistemas de intervención social que igualmente las formamos nosotros, (agentes sociales, culturales, personas definidas con conocimiento teórico y practico adecuado para la intervención, instituciones de servicios sociales, políticas sociales, contenidos académicos, etc.)
           Resulta que la misión es “Darle oídos a quienes no pueden escuchar”, es decir una de las consecuencias practicas de la perspectiva situada de la intervención social es la posibilidad de influir en los sistemas de intervención social y colocar estos sistemas (como los servicios sociales u ONG de la cooperación internacional) como foco de intervención por la transformación institucional. Pero el mensaje tiene que ser honesto y concreto. En el fondo solo el dialogo es la mejor vía para la convivencia social. Y según mi experiencia, la investigación apunta la verdad, la teoría transmite sentido y la practica exige operatividad.         
          Todos tenemos nuestros temores y nuestras razones para quedarnos al margen de un problema que no nos afecta directamente, participamos solo con juzgar, pero en general, se observa que nuestra convivencia se basa continuamente en el intento, que aun estando muy lejos de su meta, debe de llegar a los limites del alma de la paciencia y la oportunidad.
Educación para la convivencia social significa abandonar el espacio para unirse al tiempo. Somos todos unos ecosistemas humanos.




                  Gureu Tatiana Yulii







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